Un pez rojo busca micromecenas.

Cuando uno se encuentra delante de iniciativas como la que os presento, no puede sino alegrarse. Pues a pesar de estar en una situación no favorable siempre es reconfortante ver como los jóvenes emprendedores sacan fuerzas para luchar por aquello en lo que creen. Y es que es así como los proyectos salen adelante, con ilusión y mucho esfuerzo. Os dejo con la historia de CLICK, el pez rojo.

El pez rojo del título es el co-protagonista de CLICK, un atípico cortometraje de animación stop motion donde intervienen un actor y un muñeco frente a frente.  Un cuento en los límites de la realidad, ideado y producido por Citoplasmas.

Esta semana se ha empezado a animar, después de meses y meses de trabajo de pre-producción. Al mismo tiempo que se empieza a dar vida al pez se ha abierto el proyecto a la financiación colectiva en la plataforma de crowfunding de Filmutea. El crowdfunding (o micromecenazgo) os sonará, pero para quien no esté al corriente es un reciente método de financiación de proyectos de cualquier tipo. Consiste en donaciones a cambio de objetos relacionados con el proyecto, en el caso de CLICK hay camisetas, muñequitos, apariciones en los títulos de créditos, etc..

El objetivo es ayudar a financiar el corto en un pequeño porcentaje. Los grandes porcentajes los aporta Citoplasmas, ayudado por el ICAA, y determinados acuerdos de patrocinio. Producir un cortometraje de animación stop motion es un proceso bastante largo, laborioso y por lo tanto muy costoso. Por esta razón, Citoplasmas ha recurrido al crowdfunding, siendo CLICK uno de los primeros cortometrajes españoles de animación stop motion en abrirse a este nuevo método de financiación.

Para cualquier duda podéis escribir aquí.

¿Qué pasa cuando un humano rutinario y un pez particular se encuentran? CLICK.

Marco García
Marco García

Soy licenciado en Ingeniería Informática, carrera que me atrajo como buen friki de la tecnología, pero de la que no acababa de enamorarme, y por ello, una vez finalizada la carrera y compaginándolo con mi trabajo, decidí estudiar aquello que siempre me había atraído personalmente, el diseño gráfico.

Estudié en distintas escuelas de la provincia y empecé a compaginar mi trabajo como informático, mis estudios de diseño y algún proyecto que me iba saliendo como diseñador. Como en todo, los comienzos son difíciles, pero sabía que aquel esfuerzo merecería la pena.

En el año 2001 encontré mi primer trabajo como diseñador gráfico y desde aquel momento empecé a profesionalizarme en este oficio, hasta que en el año 2008 decidí dar el salto y montar mi propia empresa.

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